miércoles, 24 de agosto de 2022

Rosamary Argüelles García - Actos

Actos
por Rosamary Argüelles García



Escupir sangre
alivia el asco de sus manos
envueltas con la mierda aún tibia,
el olor podrido en su boca,
el sabor de sus heces en la mía,
las paredes impregnadas del espanto,
y contar hasta mil,
y contar en pesos:
ayunos, visitas al médico, miedos, y paseos,
y volver y seguir contando;
limpiar, en actos discutibles,
con el mismo hábito incorpóreo,
asumido como un arte vegetal,
pragmático, soportado,
destinado al aburrimiento de la próxima muerte.

viernes, 19 de agosto de 2022

Anne Sexton - Cigarrillos, whisky y mujeres salvajes

Cigarrillos, whisky y mujeres salvajes
por Anne Sexton



Tal vez nací de rodillas,
nací tosiendo en el largo invierno,
nací esperando el beso de la piedad,
nací con cierta pasión por la rapidez
y así, cuando las cosas progresaron,
aprendí sobre la empalizada
y lo que se saca fuera, el  gas de la enema.
Por dos  o tres aprendí a no arrodillarme,
a no esperar, a plantar mis fuegos bajo tierra
donde no hay nadie a quien susurrarle o acostar a morir
excepto las muñecas, perfectas y terribles.

Ahora que escribí muchas palabras,
y revelé tantos amores, y para tantos,
y he sido enteramente lo que siempre fui –
una mujer de exceso, de fervor y ambición,
encuentro que el esfuerzo fue inútil.
¿Acaso en estos días
no miro al espejo y veo
a una rata ebria esquivarme los ojos?
¿No siento tan intenso el hambre
que moriría antes de mirarla a la cara?

Me arrodillo una vez más,
por si acaso la piedad llegase
justo a tiempo.

miércoles, 3 de agosto de 2022

Eva Vaz - Cinta en el jardín (2017)

Cinta en el jardín
(2017)

por Eva Vaz




“Perder placer es triste”
Luis Cernuda

Perder placer es triste,
por eso están los bares
o las casas de putas:
placeres a manotazos,
como espantapájaros que aplauden.

Tú arañabas el placer dando lengüetazos
a los restos de coca de tus libros:
leías, los vi en la mesita, libros con marcapáginas.
Es cómico encontrar
El retrato de Dorian Gray
junto a la cama de una muerta.

Perder placer es triste,
por eso desayunabas martinis con vodka,
pero no había glamour en ello:
realmente era patético.
Ya vi a la muerte ejerciendo,
con disciplina,
merodeando bajo tus piernas hinchadas.

Esa puta se ceba con los alcohólicos,
hace trabajos cochambrosos.
Se complace con estas cosas.
Y te encontramos en el jardín,
emitiendo gemidos azules.
El cian de la muerte es ordinario.

Yo guardé tu ropa limpia,
aún caliente,
porque el vodka se comía tu hígado
a mordiscos
pero tú siempre ibas bien vestida.

El móvil aún estaba cargado:
¿una conversación sobre el cielo? ¿un whatssap?
Me gustaría saber cómo se muere:
tú ya tenías experiencia.

Perder placer es triste.
Encontré aquel bolsito de boda,
tan fino, con el menú de la fiesta.

Finalmente, todo guardado en orden,
parecía un triste trastero de la vida.
Cada cual debería elegir
cómo morirse,
y tú elegiste el vino.

“Dejad las rosas para los otros”.

Descansa, morirse de alcohol
debe de ser muy cansado.
Muy indecente.

El placer se fue a otro sitio
y nos dejaste tu cadáver
en el jardín,
delante de nuestros ojos.

Y un olor a lejía que tapaba,
como un féretro,
el olor de la muerte.